Un nuevo comienzo siempre pasa por una revolución. Y el hogar no está excluido.
Cuando ocurre un cambio importante en nuestra vida, lo que más deseamos hacer es comenzar desde cero, desde la clásica página en blanco que nos permitirá escribir nuestro nuevo inicio.
Porque solamente reinterpretando el final como un punto de partida para algo nuevo, se puede construir un proyecto con fundamentos sólidos y positivos.
La casa, con su decoración familiar, puede convertirse en un freno para el cambio. Por este motivo, tiene que ser ella misma el escenario de la revolución.
Empecemos haciendo una lista de todas las cosas que no nos gustan, las que nos gustaría cambiar y las que realmente necesitamos eliminar. Y, por supuesto, no puede faltar una lista de deseos completa, con todos los sueños que nos gustaría convertir en realidad.
Una vez que la lista esté acabada, se pueden planificar acciones a corto, mediano y largo plazo. Ahí van algunas intervenciones para inspirarse y que funcionan bien: